La propuesta de OOIIO resultó ser la ganadora, basándose en la recuperación del viejo edificio mediante estrategias que potencien su sostenibilidad, accesibilidad y economía de mantenimiento. Intentando no eliminar las cosas que funcionan del edificio anterior, de forma que la intervención sea lo más económica y racional posible.
Se fomenta el uso en torno a los dos patios preexistentes, para que las actividad diaria gire en torno a la luz natural y los jardines.
OOIIO propone para el nuevo vivero de empresas la eliminación de la fachadas, que no presentaba condiciones adecuadas de aislamiento térmico, reforzando ampliamente el aislamiento del edificio con importantes aportes de aislante en trasdosados interiores, además de una estrategia de protección contra el intenso sol que sufre la zona en verano gracias a una doble fachada realizada mediante una celosía de ladrillo visto, que evita la incidencia directa del sol en los paños verticales y a su vez proyecta pequeñas zonas en sombra sobre esta.
A parte de proteger térmicamente, se aumenta mucho el tamaño de las ventanas para introducir la mayor cantidad de luz natural posible al interior, incluso mediante lucernarios en cubierta, pero sin que los huecos sean excesivos, debido al clima extremo del lugar, muy caluroso en verano y muy frío en invierno.
Se completa la estrategia de sostenibilidad mediante arquitectura pasiva con elementos activos como un sistema de climatización de última tecnología, totalmente renovado, capaz de climatizar de manera sectorizada cada uno de los rincones del vivero de empresas.
Un nuevo edificio reciclado de otro en desuso. Un espacio representativo y simbólico para Madridejos, importante para proyectar su imagen como lugar donde se puede emprender y crearse un futuro.
Un edificio del siglo XX, actualizado al siglo XXI.