OOIIO Arquitectura Casa de Diseño en Hoyo de Manzanares

CASA HOY

Celosía Habitada

  • Estado: En licitación.
  • Año de Proyecto: 2021 – 2023.
  • Localización: La Berzosa, Hoyo de Manzanares, Madrid.
  • Superficie: 150 m2
  • Diseño: OOIIO Arquitectura.
  • Diseño interiores: OOIIO Arquitectura.
  • Equipo: Joaquín Millán Villamuelas, Federica Aridon Mamolar, Claudia Sánchez Villares, Rocío Almudena Viñas Santiesteban.
  • Cliente: Privado.

En una conocida zona residencial cerca de Madrid, rodeada por naturaleza de monte bajo, justo antes de que arranquen los grandes espacios verdes de la sierra, se sitúa Casa HOY, una pequeña vivienda diseñada como un ejercicio de contención volumétrica y presupuesto.

 A veces, quién lo iba a decir, lo más importante para el desarrollo de un proyecto pequeño es precisamente la escala macro, la geopolítica, el contexto socioeconómico de un determinado momento histórico y lugar.

Los arquitectos recibieron el encargo de diseñar esta vivienda en los primeros momentos tras el confinamiento y vuelta a la actividad de la gran pandemia que estalló en 2020. Con la crisis de la covid-19 muchas familias se replantearon su forma de vida y reflexionaron sobre cómo eran sus hogares y si estos se adaptaban de forma eficaz a su día a día. Como si durante el confinamiento, cuando todos pasamos semanas en nuestras casas a la fuerza sin poder salir a la calle, por fin tuvimos ese tiempo necesario para observar exactamente dónde y cómo son los lugares donde vivimos. ¿Es mi cocina funcional? ¿Necesito un jardín más grande? ¿Para qué me sirve realmente esta habitación que siempre está vacía?

La familia que iba a habitar Casa HOY llegó a la conclusión que su vivienda actual estaba muy desfasada y no se correspondía con los estándares de comodidad y funcionalidad del momento vital en el que se encontraban. Así tomaron la decisión de emprender la ejecución de un nuevo hogar, más pequeño que el que tenían, pero mejor aprovechado y mucho más eficiente energéticamente.

En la fase de diseño apostaron por potenciar aquellas cualidades que hacen que una casa apetezca ser vivida y de verdad sea confortable: luz natural por todas partes, facilidad de movimientos y comodidad, saber que todo está exactamente donde y como tú quieres,…

Pensaron muy bien la orientación de cada espacio, para disfrutar de las vistas que más paz les generaban según la hora del día. La parcela linda con un precioso paisaje natural de encinas y arbustos mediterráneos, hay mucha fauna salvaje en la misma puerta y en el horizonte, a pocos kilómetros al norte se elevan las montañas de la Sierra de Madrid. ¡Eso había que aprovecharlo bien!

Los arquitectos encajaron una versión que se adaptaba muy bien a esta familia. Todo iba bien hasta que la escala macro empezó a complicar el proyecto. Por problemas en las cadenas de suministros mundiales, debido a numerosos factores muy alejados en principio al pequeño proyecto, los precios de todos los materiales no pararon de subir y subir durante meses. Mientras que el presupuesto de inicio de la vivienda era siempre el mismo, por lo que se tuvieron que hacer varias versiones de proyecto, cada vez más modesto y conteniendo todos los gestos hasta llevar la arquitectura a su mínima expresión.

Se decidió diseñar una caja rectangular con una distribución interior que respondía directamente a las necesidades de los promotores, trasladando la fuerza de proyecto a la piel de ese prisma.

Los arquitectos imaginaron esta vivienda como una caja llena de agujeros por los que relacionarse con el entorno exterior. Una piel construida con piezas cerámicas en dos tonos que a veces se organizan para liberar los huecos de ventanas y puertas, y otras veces se cierran formando los paños tupidos que vibran y se ven distintos cada día, con los movimientos de la luz del sol.

Una celosía habitada capaz de controlar muy bien la incidencia del fuerte sol madrileño sobre sus fachadas gracias a sus múltiples zonas en sombra auto-arrojada, ayudando al ahorro energético del edificio de forma pasiva.

Un ejercicio de contención presupuestaria, volumétrica, matérica, energética… un viaje de los arquitectos junto con los promotores reduciendo al mínimo todo lo necesario para conseguir una vivienda única a la medida de esta familia, sin renunciar en ningún caso a la singularidad, la rotundidad y la calidad formal de esta pequeña pieza habitada.