Muchas veces estas localidades se niegan a que ése fatal destino se haga realidad y los propios vecinos se organizan para crear vida en sus pueblos, recuperando empleo, fomentando el turismo o evitando que su patrimonio arquitectónico se pierda.
Así fue como un grupo decidido de vecinos de El Romeral se empeñó en recuperar la Ermita de La Purísima, que se encontraba en ruinas, con el tejado hundido, abandonada y con sus centenarios muros cada vez más agrietados y descompuestos.
El Romeral ganó importancia en el pasado por ser cruce de caminos en la época de la Trashumancia. La vía pecuaria del Cordel de La Mancha, que une la cañada Real Soriana, con la Segoviana. El pequeño templo completa la colección de Ermitas que se construyeron por ese motivo en todas las salidas del pueblo para acoger la oración y pedir por la protección de viajeros y pastores que recorrían los caminos.
Hubo 7 ermitas, de las que hoy solo quedan 5. Los vecinos se organizaron mediante campañas de micro mecenazgo, subvenciones y recaudación de donativos para no perder otra Ermita más.
El estudio de Arquitectura OOIIO se encargó de la importante tarea que supone la gestión y desarrollo del proyecto técnico para la rehabilitación de edificio y recuperación de los valores arquitectónicos que tiene un modesto templo como éste del siglo XVI catalogado como Monumento Histórico para la localidad.
Un proceso muy interesante y enriquecedor, en el que han participado arqueólogos y restauradores profesionales así como empresas especializadas en trabajos como ésta rehabilitación de edificio histórico, que nos ha llevado a descubrir muchas sorpresas que no imaginábamos al principio. Los aparentemente humildes muros de la ermita escondían varios frescos, hornacinas policromadas, pergaminos del siglo XVI, piedras talladas, etc. Incluso descubrimos que en el siglo XVIII el edificio se amplió, utilizando un sistema constructivo diferente al inicial (dejando ésto reflejado en la nueva fachada rehabilitada) y sacando a la luz los cimientos de la ermita original, un pórtico de entrada, columnas de piedra reutilizadas…
Toda una maravilla para los amantes de la arquitectura vernácula, la historia y las tradiciones como nosotros.